Tomado del libro texto “BIOLOGÍA” octava edición, Capitulo 31, Claude A. Villee, Mc Graw Hill.
Hace apenas medio siglo el hombre común ni aun el hombre de ciencia podían haber imaginado lo que es posible realizar hoy mediante la ingeniería genética. Esta disciplina que hace unos cuantos años estaba restringida al laboratorio, tiene sus manifestaciones más importantes hoy en la biotecnología y en la bioindustria.
La utilización que los científicos han dado a la actividad de microorganismos como hongos y bacterias, y aun a organismos mayores, para obtener productos cuyos tipos se encuentran dentro de una amplísima gama, invade hoy hasta nuestra cocina, la fabrica, los pozos petroleros, la farmacia, inclusive, los campos de batalla.
A partir del descubrimiento de los ácidos nucleicos (Griffith y colaboradores) y de la estructura de la molécula del ADN (Watson y Crick), la posibilidad de conocer y manipular el material genético es cada vez mas común.
Si bien la obtención de vino, cerveza, pan y queso es una actividad cotidiana del hombre casi desde su aparición en la tierra, la actitud pasiva con la que había que esperar lo que podían producir los microorganismos, hoy es sustituida por la intervención directa del hombre diseñando, corrigiendo y probando nuevos patrones genéticos para producir el compuesto deseado.
En el campo de la medicina, la producción de interferones, vacunas, antibióticos, hormonas, enzimas y anticuerpos, son una practica común que ha permitido abatir costos, optimizar la cantidad de producto en un tiempo dado, disminuir los problemas de purificación, y producir compuestos semejantes a los que el hombre requiere y no compuestos parecidos, se obtendrían a partir del metabolismo de otros mamíferos. Aun los campos petroleros y las minas de extracción de minerales se han beneficiado por a utilización de microorganismos que concentran, diluyen, lavan o almacenan ciertos productos químicos.
Los programas de conservación del ambiente han empezado a contemplar el uso de microorganismos para degradar ciertos productos como petróleo o plástico, así como para obtener energía de combustibles no fósiles, por fermentación, entre otros.
La ingeniería genética además de manejar el código genético de una especie para obtener algún producto en especial, también dirige su mirada al manejo de genes con fines de corrección y modificación. La cirugía de genes se vislumbra hoy como una practica común para los próximos años. Al conocer con mayor detalle las características e información genética del ser humano, el hombre puede localizar ciertas fallas genéticas que producen enfermedades tan serias como el síndrome de Down, el síndrome de Alzheimer, la fibrosis cistica o la leucemia linfocítica y corregir el error insertando el material genético “sano”.
Es indudable que las cuatro grandes revoluciones científicas de este siglo son la liberación de la energía atómica, el escape a la gravedad terrestre (astronáutica), la informática y la ingeniería genética. Como cada una de las otras tres la ingeniería genética, al trascender los muros del laboratorio e impactar a la sociedad directamente, ofrece múltiples y esperados beneficios, al mismo tiempo que amenaza y pone en peligro algunas de las seguridades mas profundas del hombre en nuestro tiempo.
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